Hacer de canguro un fin de semana te permite descubrir en Somos TV una película como "Historia de S". En ella,
Alfredo Landa interpreta a un pervertido de tomo y lomo, que se da cuenta que con la llegada de la Transición, el país se está erotizando y él no puede participar en este proceso, por tener una mujer excesivamente convencional. Así que decide visitar a una psiquiatra de poca ropa que le recomienda que pruebe cada una de sus fantasías sexuales para así saber qué es lo que realmente le gusta. El Landa, ni corto ni perezoso, se lanza a jugar a los médicos travestido, hacer de voyeur en un lésbico, intercambiar papeles con su chófer y pagarle una puta para que se lo monte con él en la parte de atrás el coche mientras él lo observa, follar con una empleada con incontinencia de orgasmos en los lavabos de un avión en el que viaja un cardenal, etc. Pero todo eso se queda en película de Disney cuando el señor Alfredo decide vestirse cual
Hitler, subir el volumen del transistor a las tantas de la madrugada, sacar a su mujer de la cama cogiéndole por los pelos, y plantarle la bota en la cara mientras le grita "esclava judía".
A todo esto, no es de extrañar que sus hijos de 4 a 8 años jueguen con los vibradores de papá como si fueran G.I.Joes, que cuando les regalen un tren exclamen que lo utilizarán para la trata de blancas o que cuando la criada sirve la cena le toquen todo el parrús con su mano de 3 cm. Así, que tened mucho cuidado si os encontráis por la calle o en una sauna -si es que sigue vivo- al señor
Paco Lara Palop, que en 1978 dirigió este artefacto fílmico. "Historia de S" se merece una reedición junto a "Me siento extraña" en un pack llamado "actores de éxito en películas que nuestros padres nunca reconocerían que vieron".